Carmen Ollé. Halo de la luna. Lima: PEISA, 2017. 80 pp.
Halo de la luna (2017) de Carmen Ollé es una novela corta que se divide en 18 partes. La historia nos presenta a dos personajes principales: Samantha, una niña de aproximadamente quince años que sufre de una extraña enfermedad, y a su aya (se omite el nombre de esta). Debido a su rara condición, la joven está próxima a su muerte y es por ello que sus padres encargaron a su nodriza que encontrara un hombre con quien concrete el único y último goce sexual en una noche.
Esta novela, narrada en tercera persona, nos presenta territorios oscuros y solitarios tales como el bosque, la cueva o el río del infierno. También se destacan sectores marginales como la taberna del carnicero. En general, el ambiente que cubre a todos los personajes es sombrío y misterioso. Estos aspectos combinan muy bien con la trama llena de violencia y desasosiego. El tratamiento de lenguaje está muy bien logrado debido a que le otorga en el caso de los personajes de Fabio, el guardabosque, Rojo y Animal, una carga de crudeza y brutalidad. Por otro lado, en el personaje de Samantha sus diálogos van acorde con lo que lo caracteriza: su ingenuidad e inocencia. Además notamos que los discursos de la aya y de la mujer del abrigo verde, varían de forma drástica, acomodándose de acuerdo al interlocutor a tratar. Ambos personajes presentan registros violentos y sensibles.
Una de las apreciaciones a destacar es cómo la autora de Noches de adrenalina logra que la protagonista principal se vea ensombrecida por otros personajes que cuentan con discursos más violentos. En primer lugar, Samantha no tiene “voz” que le sirva de protesta. En lugar de la voz, pensamiento y decisión de Samantha, se encuentra su nodriza. El aya se encarga de descartar a cada amante, de imaginar el goce sexual de su ahijada, de decidir qué le gustará o no. En un segundo punto, Samantha se ve opacada no solo a nivel discursivo sino en el accionar. Debido a su grave enfermedad, la protagonista sufre una leve ceguera y no mueve las piernas, esto permite que los demás actúen sobre ella, invalidándola.
Uno de los temas primordiales en la novela es que la joven logre perder la virginidad antes de la muerte o que, al menos, conozca el placer en dicha acción; sin embargo, logran primar aspectos como el lugar en donde se concretará el hecho, la persona con quien estará, etc, dejando de lado el “acto en sí”. La nodriza de Samantha emplea más tiempo en calcular el monto de dinero que ganará luego de que su estimada pierda la virginidad. Estos hechos ocurren con naturalidad y pasan desapercibidos por los demás personajes.
Algo reprochable en el texto es el poco desarrollo -e incluso nulo- de algunos protagonistas. Considero que para la poca extensión de la novela se pudo haber suprimido a los personajes que no atribuyen mayor significancia a la trama. Tal es el caso del joven con coleta, si bien tiene una relación cercana con la mujer de verde y se cuentan aspectos de ambos, aquel no logra desplegar algún sentido en el texto. De esta manera, este personaje no logra concordar del todo.
Como un punto a tener en cuenta, es que la autora de Monólogos de Lima señala en el proemio que la idea del tema central de la novela no es de su autoría o, más precisamente, no lo recuerda. Pues, si bien el esbozo original no le pertenece, Ollé le ha proporcionado características de diversas culturas tales como de la griega, cristiana, turca, etc. Es la combinación de los diversos elementos culturales y el mundo marginal en donde se desarrollan que le otorga a Halo de la luna una trama inquietante y mágica.
Nicol Gutierrez Cáceres
Universidad Nacional Mayor de San Marcos