Miguel Salomón: “¿mi inspiración? El Perú”

Por Angélica Ordoñez

La historia y la literatura siempre se han llevado bien, y la tetralogía Alonso Christiano, obra de Miguel Salomón, nos lo confirma. Después de presentarse en las Ferias Internacionales del Libro de Cuzco, Buenos Aires, La Paz, entre otras, se ha convertido en un asiduo representante de la cultura y literatura peruana.

Hace unos días pudimos conversar con el autor de esta saga en su stand de la FIL Lima 2019, y nos comentó que, pese a ser un comunicador de carrera, la literatura es su verdadera vocación. “Me especialicé en Publicidad, trabajaba en agencias haciendo redacción creativa para radio y televisión; pero también me gustaba la historia, sobre todo la preinca. En especial esas maravillas mitológicas, esa tecnología que habían aplicado en su forma de vida para constituir esa gran sociedad”, recordó.

Por eso, se le ocurrió que a través de una aventura atractiva, todos podríamos aprender sobre estas culturas mientras leíamos. Los libros fueron la forma más fácil que encontró para transmitir esos conocimientos.

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Es sorprendente conocer todo el trabajo que hay detrás de cada una de las entregas de Alonso Christiano. Se trata de un arduo y tedioso trabajo de investigación, pues Miguel debe visitar bibliotecas, buscar y comprar libros o conseguirlos de amigos y conocidos. Asimismo, se necesitan entrevistas con sociólogos, historiadores, arqueólogos, y con guías turísticos que ayuden a conocer más del tema. Toda la información recaudada es relevante, pero debe ser clasificada.

“Es todo un trabajo de investigación el que se debe realizar para obtener este producto final que está lleno de base histórica. María Rostworowski, Lumbreras, Max Uhle, Julio C. Tello, María Reiche; todos ellos están plasmados en esta saga de aventuras. La ficción la pongo yo”, señala sonriendo.

Pero, ¿qué lo inspira a crear una aventura de ficción basada en historia? “El Perú”, respondió contundentemente. “Su pasado precolombino, estamos hablando de 2700 años del Santuario de Pachacamac, creador del universo andino. Venían de todas partes de Sudamérica a rendirle pleitesía. Fue un santuario muy importante durante tanto tiempo. Imaginé todo ello y lo quise transmitir. Al igual que con las Líneas de Nazca: hay muchas teorías y la más común es que es una pista de aterrizaje para alienígenas, por eso vienen tantos turistas pensando que eso es verdad, pero no fue así. María Reiche afirma que es un gran calendario astronómico y ha logrado relacionar el cosmos con algunas de las figuras como la del mono y la araña. Por otro lado, la cultura Tiahuanaco que es ancestral y enigmática, se dice que es la única cultura que vino de las estrellas, fundada por la diosa Oriana, con sus pies palmípedos”, explicó Miguel.

Su fascinación por la historia del Perú fue el puente para convertirse en el escritor de una de las sagas más originales escritas en nuestro país, la cual está compuesta por Alonso Christiano y la maldición en el valle de Lurín, desarrollada en el Santuario de Pachacámac; Alonso Christiano y las misteriosas luces de la pampa, en el desierto iqueño donde se trazaron las majestuosas líneas de Nazca; Alonso Christiano y la ciudad de los dioses , cuyos escenarios demuestran la belleza de los Andes y el altiplano, lugares donde se extendió la cultura Tiahuanaco.

Esta vez, nos presentó su última entrega, Alonso Christiano y el secreto de la montaña sagrada, ambientada entre Lima y el valle Moche durante la época del Niño, un fuerte fenómeno que se desató en 1983, el cual se considera el más peligroso del siglo. En ese valle se estableció la cultura Mochica por casi 700 años, ellos lucharon contra dicho fenómeno que, cíclicamente, llegaba, pero tuvieron tan buen desarrollo tecnológico que podían sobrevivir a ello. Además, lograron producir grandes cosechas y tener alimento para su población gracias a sus sistemas de irrigación, su ingeniería hidráulica, etc.

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Muchas personas, incluyendo peruanos, desconocen toda aquella habilidad que tenían los mochicas; por ello, Miguel considera necesario y urgente transmitirla. “Era una cultura que utilizaba los sacrificios humanos para satisfacer al dios Aiapaec, el dios degollador. La aventura va por ahí: hay algunos sacrificios que no son autorizados por él y se molesta. Alonso Christiano tiene la misión de averiguar qué es lo que está pasando; mientras busca a su mejor amigo quien se encuentra desaparecido”, comentó.

El amor que Miguel tiene por el Perú es desbordante. Emociona y enseña. Ese amor se expresa a través de cada una de las aventuras por las que pasa Alonso Christiano, el protagonista de la saga, a quien nombró Alonso en honor a su hijo. “Christiano principalmente por ese sincretismo que existió entre la cultura Pachacamac y el cristianismo”, aclaró.

Finalmente, Miguel Salomón se despidió invitando a lectores y no lectores a ser parte de las aventuras de Alonso Christiano, para descubrir las riquezas de la historia del Perú.

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