Clorinda Matto de Turner y Luis Loayza en Libros & Artes

Libros & Artes. Revista de Cultura de la Biblioteca Nacional del Perú N.° 89/90. Lima: Biblioteca Nacional, 2018. pp. 24 / (suplemento) 20.

(Foto: Gracia Angulo)

El 2018 fue el año de Clorinda Matto de Turner: vio la luz la reedición facsimilar de Aves sin nido a 130 años de su publicación, se reeditó también la investigación de Francesca Denegri El abanico y la cigarrera y se llevó a cabo un congreso en la ciudad del Cuzco, dedicado a su vida y obra. Por otra parte, en marzo falleció Luis Loayza, discreto narrador y ensayista, compañero de aventuras literarias de Abelardo Oquendo y Mario Vargas Llosa. Tomando esto en cuenta, en diciembre, la Biblioteca Nacional del Perú dedicó sus números 89 y 90 de Libros & Artes a Matto de Turner y realizó un homenaje a Luis Loayza en su suplemento, con los cuales relanza de esta manera el proyecto editorial de la mano de Gracia Angulo.

El número principal, dedicado a Clorinda Matto de Turner, cuenta con la participación de cinco investigadoras: Rocío Ferreira, Karina Pacheco, Evelyn Sotomayor, Vanesa Miseres y Francesca Denegri. Tomando distancia de los estudios sobre su obra más conocida, los presentes abarcan la labor como “obrera del pensamiento”, de organizadora cultural y sus travesías intelectuales.

Abre el número el artículo “Clorinda Matto de Turner. Infatigable obrera del pensamiento”, de Rocío Ferreira, el más extenso y abarcador. En este se nos muestra los diversos enfoques que la vida intelectual de Matto presenta. A través de los vínculos culturales que estrecha a lo largo de su trayectoria literaria y política, Matto se va ganando un sitio importante en la escena peruana, poniendo énfasis en la lucha contra los abusos de poder que sufrían las mujeres y los pueblos indígenas. Esto se evidenciaba en sus diversos escritos periodísticos o en sus Tradiciones cuzqueñas: los indios y las mujeres son superiores al hombre “blanco e indigno”, con lo cual intenta desmentir las tesis contrarias esgrimidas en el siglo XIX. Destaca, además, la comparación entre el proyecto político de nación que proponen ella y González Prada: mientras este último plantea la educación del indígena y la mujer desde una posición paternalista, Matto los ve desde una perspectiva sentimental, es decir, como seres humanos antes que como una “raza degenerada”. Sin embargo, y posterior a la caída de Cáceres, no volvería nunca más al Perú, pero su labor reivindicativa seguiría en pie.

Tanto Karina Pacheco como Vanesa Miseres abordan la temática del viaje en la vida y obra de Matto, respectivamente. Miseres estudia el libro póstumo Viaje de recreo, en el que relata su paso por Europa y el problema de su exilio. Allí se ubicará como la representante y mediadora de Sudamérica en España y Francia, lugares con los que “organizar[á] el imaginario de Europa para redefinir la identidad americana” (p. 20).

Por su parte, Francesca Denegri presenta el papel del feminismo de Clorinda Matto y los vínculos que este desarrolló con la política partidaria de aquel entonces; y Evelyn Sotomayor en su investigación “La reconstrucción nacional a través de los ojos de una intelectual andina. El caso de las veladas literarias de Clorinda Matto”, analiza la conformación de estos espacios para pensar el país en la posguerra, apoyándose en la prensa y respondiendo al contexto económico y político.

Alejandro Susti es el encargado del suplemento Luis Loayza. En la memoria, un escritor que, como menciona en la presentación, “privilegia los fueros de la creación y la autonomía de la escritura ante los avatares del mercado editorial, el compromiso con el público lector o, incluso, las mutaciones de la existencia” (p. 3). El suplemento presenta un testimonio de Alonso Cueto como lector, unas notas de T. S. Eliot y el Primer estásimo de la Antígona de Sófocles traducidos por Loayza, un dossier fotográfico, sus correspondencias con Sebastián Salazar Bondy y su relato “Enredadera” de Otras tardes.

Incluye, además, un estudio de Mario Granda titulado “Sobre el 900. La política como literatura”, ensayo dedicado a dicha generación que tuvo a Riva Agüero como líder. Llama la atención que un autor alejado de la política, tanto en su narrativa como en su vida, dedique un texto a una generación tan inactual y más vinculada con su proyecto político antes que con la literatura. ¿Por qué Loayza publica su estudio Sobre el 900 en 1990? Granda postula una respuesta: en esas épocas electorales, Vargas Llosa, su compañero de juventud, fue candidato por el FREDEMO: “el libro puede ser visto como un llamado a la prudencia a todos aquellos intelectuales que deseen ingresar a la política y hacer algo trascendente en ella” (p. 7). Loayza presenta así una crítica a la inacción de los intelectuales y escritores frente al panorama político, mucho más aún con el último partido liderado por un escritor y que se destruyó luego de haber perdido contra Cambio 90. El rol de la literatura en la vida moderna es pensado de manera indesligable a la participación activa en la vida social y política por Loayza, quien reconoce que la Generación del 900 se ubicó en un periodo de cambios en el que sus ideas ya no tenían cabida, pero se dedicó a pensar la problemática nacional antes que participar inmediatamente en ella.

Alex Hurtado

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